Gracias a nuestro amigo Kaké por regalarnos esta foto capturada en su visita al Club y a Lans por hacérnosla llegar. Realizada hoy a eso de las 21,00 horas en la piscina, mirando al oeste, donde yo mismo creía en mi infancia que dormía el sol y que aquel era el último horizonte y después no había nada. Una tarde, hace unos cuarenta años, decidí partir hacia el horizonte para conocer la guarida del sol, pero me anocheció antes de llegar y hube de continuar con aquel misterio durante un tiempo.
Cuando me lo explicaron, recuerdo que me enfadé bastante.